En una ocasión leí en la revista Selecciones de Reader´s Digest, un articulo referente a un sistema de transporte publico en manos privadas existente en los países del tercer mundo. Si, tercer mundo aunque nos duela. En algunos sitios los llaman "guagua", bus, buseta, carrito, camioneta, en Lara escuche la rara expresión "maxi taxi", ruta. Etc.... Los que trabajamos en ello en este país lo llamamos RULETA. El articulo en cuestión era la narración de un turista mochilero en varios países de latinoamerica, sus peripecias en el intricado caos vial de nuestras ciudades, pero aportando datos estadísticos muy precisos, llegaba a la conclusión de que este sistema de transporte publico era uno de los indicadores de SUB-DESARROLLO y POBREZA EN CALIDAD DE VIDA de una nación. Duro pero cierto. Recalcando varios aspectos como: caos vial, inseguridad, unidades inadecuadas, ausencia de programación y horarios.
Los sistema de trasporte masivo en el mundo han evolucionado de una manera vertiginosa. El sistema de subterráneo es de vieja data. Londres, Nueva York, Moscu (el mas bello y lujoso del mundo) Tokio, Ciudad de México, por citar los mas antiguos. En nuestro país solo Caracas cuenta con el sistema de manera formal, los Teques y Maracaibo apenas tiene unos tramos muy cortos. Valencia es un cuento de nunca acabar. Caso especial el metro de Caracas, el crecimiento desmedido de la población ha colapsado cada nueva linea que se inaugura del sistema en poco tiempo. Es hora de pensar en una verdadera solución de transporte superficial.
El problema de las Busetas tiene unos treinta años (Caracas en el pasado contaba con lineas de autobuses), siendo una actividad estratégica el traslado de los ciudadanos, esta debe ser asumida por la municipalidad. Con presupuestos altamente burocratizados y la infaltable dosis de corrupción. Esta tarea dejo de ser prioritaria y no se asumió con seriedad. Dejando en manos de particulares prestar el servicio, con la discrecionalidad de los miles de propietarios de busetas, en cuanto a modelos, marcas, años tren motriz (motores diésel o gasolina). Atomizado en cientos de organizaciones con escasa "organización".
La sustitución de estos medios de transporte improvisados, por unos con estándares internacionales no es un problema fácil de resolver. Tenemos en el corredor vial Nva Granada-Fzas Armadas el caso del BUS-CARACAS. Realmente una muy mala copia del TRANSMILENIO de Bogota. Con igual impacto negativo sobre los trabajadores del gremio de chóferes y propietarios del sistema que sustituyó. Por lo menos en Bogota si indemnizaron a los trabajadores afectados.
Pero hay buenas experiencias que probar, en Brasil la ciudad de Curitiba capital del estado de Parana, (la ciudad mas verde de latinoamerica). Implemento un muy sofisticado transporte masivo, con financiamiento de la municipalidad y administracion privada, con participación de los trabajadores del sector. Una relación de GANAR-GANAR. Manteniendo buses en la periferia como alimentadores del sistema, pero de una manera mejor estructurada con horarios y modelos estandarizados (mismas marcas, modelos, combustible, capacidad), con la finalidad de poder programar con mayor eficiencia la entrega de partes y piezas para su funcionamiento, y puntos de reabastecimiento. Es complicado mas no imposible.
En nuestro país se anuncia un nuevo aumento del pasaje. Por cierto en unas tarifas extrañas de Bf 5.20 y 5.40 (inaplicables, terminara siendo 5 y 5.50) Como ya se ha visto el trabajo conjunto de municipio y asociaciones de transportistas rinde frutos (en otros países), de haber sido mas constante este aumento seria innecesario, contando con que uno de los logros de este trabajo se tradujese en precios justos de repuestos e insumos para las unidades y por supuesto nuevas unidades con precios preferenciales. Este aumento no llega a quienes trabajan en realidad el sector, (los conductores/arrendatarios) todo va a parar a los propietarios y a estos tampoco les sirve. En una economía especulativa como la nuestra este incremento afectara artificialmente el resto de la cadena, y la inflación lo convertirá en nada. Una relación PERDER-PERDER. Con el triste resultado de que el usuario cancelara un servicio por demás deficiente, MAS CARO.
Cuando asociaciones de transportistas y municipalidades dejen de pensar en ganancias inmediatas, y se sienten a presentar propuestas practicas que se adapten a las particularidades geográficas y urbanísticas de nuestras ciudades, entonces y solo entonces disfrutaremos del sistema de transporte masivo que TODOS NOS MERECEMOS. Se lo digo yo.... UN RULETERO