La violación continuada de la constitución y las leyes de la república, no son cosa nueva. Es casi una folclórica practica del rojo ejercito que nos gobierna. Pero estas siempre son para aferrarse mas al poder, y alejar mas a la disidencia de este. Nunca esta practica fue llevada a cabo por la revolución para afectar a uno de sus hijos predilectos.
En el espíritu de preservar la independencia de poderes, la carta magna expresamente impide a funcionarios de primera linea del ejecutivo, postularse a cargos de elección en el poder legislativo, sin que medie su renuncia y un tiempo no menor a seis meses. La primera dama de la república, que funge como encargada de varias tareas del protocolo presidencial, y fundaciones de ayuda directamente dependientes de la primera magistratura TIENE SIN LUGAR A DUDAS ESE ESTATUS. Es tan funcionaria de primera linea, que hasta fue elegida por quien ocupa la silla presidencial, como esposa antes que como colaboradora.
El actual mandatario, fue presidente de la asamblea en el periodo 2005-2006. Su primera "combatiente", le sucedió entre los años 2006-2010. Entre ambos acumulan seis años de experiencia en el legislativo. Por eso llama la atención ese extraño encargo recibido por Cilia Flores, de postularse al parlamento. Incluso violentando la constitución, seguro no habrá impugnación, ni recurso de interpretación por parte del TSJ, y menos inhabilitacion del CNE.
El capitán Cabello, por lo antes descrito es un personaje incomodo, no es la palabra. Peligroso le cuadra mejor. Y si las temblorosas piernas políticas de Nicolas Maduro no han trastabillado hasta llevarlo al piso, es por que tiene la certeza de que al caer tendrá al capitán mirándolo desde arriba, y poniendo muy discretamente su bota sobre el hombro del chófer devenido en presidente jamas lo dejara ponerse en pie.
Pero esta interesante jugada de mover la reina, para dejar al descubierto al incomodo alfil, no parece parida de la mente de quien no hace alarde de habilidad en el estratégico tablero. Sera la misma reina, haciendo el juego del rey?. Lo cierto es que nadie imagina a la Dra. Flores cediendo la jefatura de la fracción parlamentaria del polo patriotico, y menos en un acto de extrema fe, la posibilidad de ser subordinada al Hijo predilecto del Furrial, repitiendo como Presidente de la asamblea. El sueño deseado es acostar al Ejecutivo y Legislativo en la misma cama, y manejar los destinos de la nación como quien decide el futuro de los propios hijos, en la intimidad de la alcoba. Sueño monárquico dirían algunos.
Pero este tipo de estratagemas no van solas, la simpleza no cuadra en contra de un contrincante tan complejo. Mas cuando su poder se extiende mucho mas allá del hemiciclo del congreso. Inversiones a futuro, abonados preventivos en uniformados lideres, llevados por las buenas y por las no tan buenas a puestos claves, hacen de el blindaje del capitán, una armadura casi impenetrable. Quizá la única fisura en ella es la antipatía que genera el caballero. Solo inmorales cifras en un contratos o negocio, aplacan esa animadversión causada en oficiales superiores que sienten cierto prurito al ser mandoneados por el oficial medio, que ascendió por obra y gracia de el Comandante Fisgón. Si por los ojos viéndonos desde todos lados.
Por lo pronto Nicolas y Cilia, Cilia y Nicolas. Parecen poner todas sus fichas en la mesa y jugando en llave gritan RESTO. Sin embagues, sin palmadas en el hombro. Vamos por ti capitán. Una muy arriesgada apuesta. Dan por descontado al tercer jugador, que no es la MUD, que no es la unidad partidista. Es el pueblo venezolano harto de no saber quien nos mal manda. De ambos lados verían con beneplácito la derrota del rudo oficial. Incluso mas desde el lado oficial. Seria un acto de justicia poética,que mientras combaten al enemigo endogeno. El verdadero dueño del juego, el que ha aportado mas sin ganar una sola partida, les barriera la mesa y los dejara mirando sus cartas inútiles con un juego imposible de superar. Ese pueblo que no tiene nada que perder y si mucho que ganar, apuesta sin la presión del mañana, sin la presión de cuentas pendientes con la ley. En la simple y pura libertad de derrotar a quien solo ha ganado con trampa.