Pero a diferencia de la película en nuestra terrenal PANDORA, donde todos estamos azules pero de la arrechera. La destrucción sigue. Y el aparato aquel que cambia enemigos en adorables paisanos sigue funcionado, pero esta vez de ida y vuelta. Si, los otrora pacíficos y honorables habitantes de ese majestuoso país. Al primer antojo, agarran a cualquiera de los suyos y contra su voluntad lo acuestan en el coroto ese y lo mandan al bando del enemigo que insisten en no entender. Así el dirigente que ilustro tantas franelas, y fue la imagen de la resistencia ahora es transformado en un ser anónimo sin moral y olvidado, del que se sospecha incluso no sea padre del ultimo vástago de su conyugue. Un editor y dueño de medios al que no le parábamos media gónada, resulta ser el Dios de la galaxia que crea nuevas estrellas de la política, incluyendo al amigo del peninsular con apellido de vendedor de calzado y su camarilla de camaleones que un día Gana Venezuela, otro día coquetea con la presunción de Ser Venezuela, para al fin quedarse en el universo de quien no quiere ser presidente pero nos vemos en el CNE....
El Mayor General encargado de iluminarnos en nuestro oscurecido país, no da pie con bola. No encuentra el motivo por el cual no pasa una semana sin un apagón en algún lugar del conquistado reino. Ignora el abusivo uso que damos al transformador coso. Así de enano terrícola, a esbelto atleta azul. De índigo uniracial color de piel y delgadez, a odiosa especie multiforme de etnia variada... Y con el aspecto nuestra apreciación cambia, así el alma siga siendo la misma.
Pasamos de ser un agradable paraje del universo, con habitantes generosos de brazos abiertos a un oscuro rincón de paranoica desconfianza y amnesia desquiciante. Al tipejo a quien no confiarías ni el ticket de estacionamiento de tu carro, hoy le quieres entregar el destino de tu país. Y al héroe que enfrento al esbirro con su música, por el que hiciste colecta y campaña para recuperarle su instrumento, ahora es un vendido cómodo en el imperio. Que legado tan miserable nos dejamos imponer, que vivir desviviendo, o muriendo asumimos como rutina. Confundidos en el odio, rodeados de "enemigos", estamos mas solos que nunca. Clamamos por unión, por unidad que no podemos tener ni con el que hace unos días saludábamos con elogios por coincidir con nuestro cambiante punto de vista.
Pedimos esa conexión que nos hacia hermanos, unos dicen que hace 20 años yo digo que 29. Desde aquel día de febrero cuando decidimos ir unos contra otros, para matar una rabia inducida contra unos pocos. Desde ese día, los invasores conocieron nuestro punto débil. Y hoy llegaron a la culminación de su miserable obra. Las ruinas de un paraíso donde todos odian a los que llegaron para apoderarse de todo, pero se odian mas entre si. Entre hermanos....
Todos creemos tener la verdad, pero la verdad entre tanto rencor no acompaña a nadie. Todos nos autonombramos defensores de la patria, pero como puedes estar en favor de tu madre si intentas aniquilar a sus otros hijos? Mientras, el verdadero enemigo se ríe de nuestra guerra fratricida.
Lo reconozco, he participado de esa orgía de horror y ataques a mansalva. Con prepotencia y mucha soberbia... Mil disculpas a quienes he ofendido... Si sienten que también lo hicieron, no tienen ninguna obligación de disculparse conmigo mas que con ustedes mismos por ser parte de esta tragedia.
Confundidos deambulamos por la tierra de nadie, lo que fue una orgullosa raza dueña de su destino, camina desorientada hacia un futuro incierto. Dudando hasta de su propio aspecto, de su color. Ya no sabe si es el amarillo resplandeciente de ese pasado de hermandad, el azul opaco de los labios de un cuerpo que ya no tiene latidos, o el rojo pesado y denso de una sangre muerta que nos ahoga a todos por igual. La esperanza de que esos colores pueden recobrar su verdadero significado juntos, cada día es mas remota.
Conocemos la solución, esta en reconocer entre la diversidad que todos tenemos un objetivo común. Que tu lucha vale la pena si la acompaño con la mía y viceversa. Que la única manera de yo sea mejor que tu y tener moral para juzgar tus avances que es llegue mas allá con los míos y a esa altura no tendrá importancia ya que el triunfo de uno es el de todos. La solución es volver a confiar unos en otros y dejar de culparnos entre nosotros.... Estaremos dispuestos a ponerla en practica?
Arturo Salazar Querales
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@Alfa_Bootis
