jueves, 24 de julio de 2014
Por lo menos reconoce..."ME EQUIVOQUE"
Esa sensación incomoda de que todo el día es de tarde, esa sensación incomoda de que todo esta por terminar y se acaban las opciones. El vació de tu estomago, no por el hambre de lo básico, si no por el antojo no satisfecho, el capricho reprimido. La cuenta bancaria en la que pensaste ahorrar mucho apenas con céntimos, tu bolsillo y cartera igual. El licencioso gasto en pequeños lujos que ahora te parece dispendioso e innecesario, te dejo en técnica bancarrota.
La esquina del barrio, de la que eras pisatario y figura sempiterna, tenia nuevos dueños. Gastaban igual o mas que tu en los "buenos tiempos". No te simpatizan, no te agrada su manera burlona de pasar el rato. Miserables que ahora tiene carro, y compraron casa, algunos fuera del barrio. Unos pendejos que ni salían a la calle, sometidos y jala bolas en sus trabajos. Otros con infulas de cerebritos estudiando. Sonríes al recordar que mientras ellos se jodían tu gozabas una y parte de la otra. Eran otros tiempos, si no te gustaba el trabajo, renunciabas y después de dos semanas buscabas otro. La bella época del "como vaya viniendo, vamos viendo". Nivel académico, ja! la experiencia es lo que vale, decías.
Pero eso se acabó. Una mañana sin saber por que, amaneciste violentando puertas con la turba. Reventando la santamaria del abasto de la esquina, ese donde tantas tardes disfrutaste una cerveza. El hombre que te daba crédito, y anotaba tu cuenta en un cuadernito, te miro con ojos llorosos por la impotencia, mientras saqueabas su negocio con otros vecinos. En sus manos el estrujado cuaderno del "fiao", hacia las veces de un arma sin municiones para impedir el ataque. Luego alguien te anuncio que ese estallido social lo inicio tu hambre. Un extraño episodio en el que el motivo llegó después del hecho.
La histeria colectiva cobró sus victimas, todos perdimos. Unos pocos, muy pocos en realidad, se beneficiaron de la tragedia. En los comando y cuarteles se repartían lo confiscado a los saqueadores. Mas de un joven teniente o capitán, equipaba su casa de electrodomésticos y vivieres, el botín alcanzo hasta para mandarle a "maita" en Abejales en Tachira, o el Furrial en Monagas.
Sacudon en la calle, terremoto en las esferas políticas, oportunistas por doquier. Mientras los partidos discutían su futuro y se enfocaban en sacar provecho del caos, en los cuarteles se conspiraba. Los militares con sus armas aun humeantes, y la sangre fresca en sus botas, planificaban su mágica transformación de verdugos a salvadores de la patria. Un rumor a gritos crecía exponencialmente, en tu corazón también, alguien era responsable de tu desdicha. Eso no importaba para los poderosos políticos o militares, solo importaba quien se redimía primero ante la historia, después de ser autor intelectual o perpetrador de la masacre. La carrera había dado la partida y tu ni enterado esta
Los políticos en su ordenado desorden y diferentes bandos, no atinaban a crear las condiciones que calmaran las aguas. Para los militares fue mas fácil, los que no se unificaron en el movimiento conspirador, se dedicaron a saborear un 18 años cómodamente mientras miraban a otro lado. El golpe militar tanto tiempo planificado, apresurado en sus últimos momentos fracasa en las armas dos veces, pero triunfa en lo mediático. Un "por ahora", retrasa tu venganza, de quien?... no sabes. Pero "alguien es culpable de tu desdicha". Juicios apresurados, inquisitorios. Un presidente con pecados capitales, condenado y destituido por robar la limosna. Sacrificio necesario para acallar las masas, que no fue suficiente. La institución presidencial herida de muerte, el hombre que mas votos capitalizo en la historia democrática, es expulsado de la primera magistratura, por cargos que hoy serian lícitos, por un monto que hoy seria ridículo para un funcionario de aduana al cobrar su comisión.
Casi un par de lustros acumula mas tu inconformidad, muchos de los que conoces progresan. Te autoexcluyes, se la dan de "la gran cosota". Olvidas que mientras ibas a "la Roca Negra" en Caricuao un viernes, pasabas por el centro viendo las luces de muchas oficinas encendidas, Que en las rumba en la "Hawaii Kay", justo a media cuadra estudiantes nocturnos de la UCV, comían arepas de queso con malta en el "Tropezón". Una larga rumba, en buenos sitios de los miles que tenia Caracas para festejar. De noche trabaja Batman, gritabas con la corbata atada a la frente con tu "guiski" en la mano. Otros se esforzaban y tu de fiesta.
Ávido lector de caratulas y prólogos, con una memoria prodigiosa para frases celebres y citas notables. Como todo embaucador buscó y encontró su nicho. Adoptó sin miramientos una doctrina totalmente ajena, a la animación de concursos de belleza en la academia militar, a la declamación y jugadera de pelota. En un país de resentidos como tu, desempolvó las banderas del nacionalismo y desencanto por la política tradicional. Ante la extinción de grandes oradores de antaño, su discurso de militar movió tu fibra. Gritaste en la Av. Bolívar, te convertiste a su "FE" en el poliedro, celebraste en éxtasis el triunfo en el Teresa Carreño. Llego tu momento de venganza. De los que progresaron por esfuerzo propio. Culpables de las oportunidades que negaste a ti y a tus hijos diluidas en miles de botellas de licor. Apuestas de lotería y caballos, viajes y vacaciones apenas asomaba un feriado en el calendario. La secundaria que no terminaste, la universidad que jamas conocerías. El ejemplo que a tu descendencia diste.
Para esta venganza escogiste, elegiste a uno con mas hambre que tu. Rodeado de cómplices mas hambrientos y resentidos que tu. El poder es lo que estimulaba su apetito, y convencido que debías participar en el botín de guerra, te convertiste en un mercenario del voto. Ahora estas entrampado en algo que nunca funcionó. Aun gritas con mas necedad que convicción, "no volverán". Y es que no sientes que has ganado nada, permaneces en la misma soledad de tu amargura por lo que no lograste. Junto con otros como tu sometiste al país a la devastación y ruina. Hoy la peor versión de esta tragedia, entrega lo que aun esta bajo nuestros pies a una potencia extranjera. No vinieron a invertir, vinieron a proteger su inversión y esto nos va a costar mucho mas de lo que recibimos. Por lo menos ten la decencia de decir "me equivoque".
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