El partido ganado por la selección Francesa contra su par Suiza, retraso mi salida de una tasca cerca de Chacao. Viernes en la tarde, hora pico... Se que lo voy a lamentar...
Mi destino? ese rincón de mi país donde esta mi casa, ese sitio donde todo lo imposible parece cotidiano, donde lo bizarro es habitual. Charallave la ciudad mas poblada de los Valles del Tuy. 05:30pm, preparado para un mal rato, subo al metro en la estación próxima. La llegada de un tren vació mejora mi animo y me insta a seguir a la estación del ferrocarril en la Rinconada. A primera vista todo esta extrañamente en orden, usuarios haciendo fila para comprar los cada vez mas escasos tokens, fichas. En el acceso al anden B, el central, una bien organizada cola me invita a viajar a la mas infame hora del sistema ferroviario. Es una de esas situaciones en las que tu instinto te dice, "aquí va a pasar algo malo, esta vaina no es así". Y pasa...
El tablero luminoso que indica la salida de los trenes, señala que el próximo en salir es por el anden C. Bajo a ese anden y efectivamente el ferrocarril esta saliendo y me quedo con un reducido grupo de usuarios. Jajajajaja, Aquí cambio todo. El sempiterno caos de "EL FERRO" se hizo presente.
Por los altavoces internos un operador insistentemente, avisa que el próximo tren saldrá por el mismo anden C. Algo extraño, muy rara vez repiten parara evitar acumulaciones. Los quince usuarios por puerta pasan a doscientos. Todo el anden es cubierto por personas de todas las edades. Comienzan a agruparse los "HOLLIGANS" del "FERRO". Mitad humano, mitad bestia, seres irracionales con un único fin, un único propósito, ocupar un asiento en el vagón, para ello no escatimaran en lo mas mínimo, y no tendrán clemencia con nadie. El operador intercala el anuncio de la llegada al anden C, con un llamado a los efectivos de la PNB. Algo sabe que los llama aun sin notarse desorden alguno. Los uniformados también saben algo. Se colocan al final del corredor, en un sitio donde aparentemente las cámaras de seguridad no los captan, haciendo caso omiso al llamado. La inminente llegada se transforma en una larga espera de 20 minutos. Los usuarios del anden B, organizados en grupos relativamente pequeños miran con preocupación a la enorme masa de personas apiñadas frente a ellos, apenas separados por la trinchera de los rieles, Tras ellos la muy tímida campaña institucional, protagonizada por un trió de ilustres desconocidos, ENCARRILATE reza, aconsejando un comportamiento realmente ausente en el sistema. Cientos de usuarios siguen llegando.
El desastre, ingresa el tren a la estación por el anden B, mientras los pasajeros procedentes de Charallave descienden, la trinchera es asaltada por la multitud engañada por el desorientado operador con sus anuncios. Como los infectados por el virus de la pelicula "Soy Leyenda". Una horda feroz cruza rápidamente el foso y aborda el tren. Los usuarios en el anden B, solo pueden mirar impotentes. Al abrir las puerta de su lado ya el mal esta hecho. Casi de inmediato arriba el otra unidad por el C, la impaciencia de los que esperan arriba, los obliga a actuar y superan la barrera de las escaleras, y el asalto se repite, pero esta vez se encuentran de frente con los que acaban de llegar. Del lado donde me encuentro, la compacta y enorme masa humana, mece los carros como obligando a abrir las puertas. El frenético tumulto para entrar es inaudito. Zapatos perdidos, paquetes de la muy escasa harina de maíz regados destripados por el piso. Una mujer le grita a un niño apretujado en un bosque de piernas para que salga del vagón. Varios ayudan a un hombre a ponerse de pie, luego de resbalar en salsa de tomate, recuerdan? lo bizarro es habitual. Ambos trenes permanecen en la estación por espacio de diez minutos. Y cientos siguen llegando...
En el siguiente tren logro montarme, nadie tiene espacio para ver su teléfono, cambiar la música del ipod, operar su vídeo juego. Todo es mantener la concentración para evitar que el vaho de quien sabe cuantos alientos, sudores y otros aromas corporales cause nauseas. La respiración se hace superficial, la transpiración es inevitable. Nos unimos a un amorfo organismo apretujado dentro de un asfixiante espacio, con un sistema de aire acondicionado defectuoso que chorrea agua sobre todos. Siete minutos que parecen una eternidad hasta la partida. El trayecto es bajo un diluvio dentro y fuera de los vagones. El ambiente enfriado por la lluvia afuera, sumado al calor y humedad dentro empañan todas las ventanas.
La estación Charallave Norte esta próxima, el cambio de sistema de alimentación del tren a la salida del túnel Alvarenga. Da un angustioso momento antes del ansiado aire fresco, por 12 segundos la escasa ventilación se detiene por la falta de energía. Casi todos contienen la respiración, regresa la electricidad, se reinicia el aire acondicionado. Abren las puertas y el aire viciado sale con la mitad de los usuarios, el retraso en iniciar la marcha es agradecido, permite respirar aire fresco y disipar parte de la pestilencia.
Un joven con tatuaje y largos "dreadlocks", evidentemente habituado a tan singular travesía, comenta a una chica con muchos "piercing".... "Después de todo llegamos rápido".... Ella con cara de que no le causo nada de gracia contesta... "NO TE SOPORTO".... "Jajajaja, así no me decías anoche....."
Para los que no conocen "EL FERRO", les informo que esto es lo normal...
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Demasiado bueno tu articulo hermano!!!!!
ResponderEliminarWao!! La odisea en el Ferro!!!
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