lunes, 11 de marzo de 2013

Vivir del miedo, morir en el terror

Que triste leer, enterarse de la muerte violenta de alguien. Mas aun si es alguien joven, iniciando su vida. Con proyectos, con todos sus sueños sin estrenar. El dolor de su familia ante tan lamentable perdida, la angustia y el miedo que suscita el hecho entre los demás ciudadanos. Padres a los que se les acorta la vida de un tajo, al perder a un hijo al cual dedicaron todo su amor y atención. Hermanos que no tendrían un ejemplo cercano, como lo es un hermano mayor. Otros que no tendrán a alguien a quien guiar, para desarrollar el instinto de responsabilidad, como con un hermano menor. Algunos ya con hijos y pareja. Los afectados por una muerte así son muchos, demasiados diría yo.

Me entere de el suceso donde falleció el primo o sobrino del ministro Ramirez. La violencia no distingue, NOS HACE IGUALES. como en todos los casos emblemáticos, donde están involucradas personas que no son del común. El homicida fue, capturado de inmediato. Para nada critico, que la acción policial sea mas diligente en este caso que en otros. Un homicida menos en la calle, evita mas victimas. Tenga la motivación que tenga la policía para actuar con mayor o menor rapidez.

Se ha dicho mucho sobre las victimas. Pero, y el victimario. Aparte de todo el dolor que siembra a su paso. En su propia familia causa lo mismo. Los suyos viven en la tragedia, de que en cualquier momento les avisaran que murió en una balacera, enfrentamiento, ajuste. Saber que tu hijo tiene enemigos en todas partes, debe ser duro. Saber que si esta en la calle, bandas rivales o la policía lo están buscando. Saber que si esta en casa, pueden entrar por sorpresa y "venir por el". Y en muchos casos con daño colateral. Que por la descomposición social que vivimos, la sentencia de muerte se extiende a toda la familia.

Es tal el caso de alguien que conocí en el barrio donde crecí. Humberto "el chino". Toda una vida en la delincuencia, conmigo nunca se metió. Es mas, siempre me saludo de forma amistosa. Todo acto delictivo en el sector de "Puerto Escondido", tenia que ver con el. Era su mundo, desde antes de ser adulto, no conoció otro. Ya con el pasar del tiempo, y varias entradas a la cárcel, se había retirado a "delitos menos violentos". Pero su pasado siempre estaba presente, como un guardaespaldas que espera el momento preciso para traicionar. 

Tantas veces se salvo de atentados, dentro y fuera de la cárcel. Por causa propia, por sus propias acciones. Hace poco mas de dos semanas, un funcionario de la GNB, fue asesinado a tiros por un desconocido en el barrio. La policía, QUE CONOCE QUIEN ES Y QUIEN NO ES. Y por lo tanto tiene la posibilidad de resolver muchos crímenes. De inmediato busco a su sospechoso habitual. El que tenia prontuario, el que no tenían como meter preso por el momento. Junto con un amigo de el, del mismo gremio claro. Fue apresado por la muerte del funcionario. 

La muerte lo espero pacientemente, hasta que llego a su lugar de reclusión en la PGV. Cárcel ubicada en San Juan de Los Morros. Su victimario? Un viejo y anónimo enemigo. Tan anónimo como el que mato al GNB. Vivir del miedo, vivir con miedo, morir en el terror. No era culpable?. Ya no importa, sus otras culpas lo llevaron a ese final. Su familia, siente ahora el mismo dolor, la misma tragedia que sintió la familia del joven Ramirez. La muerte nos hace iguales....

La muerte todavía sigue al asecho. La familia del "colega", que fue apresado junto con "el chino". No esperan para el un futuro distinto. La tragedia sigue.

Ponle carácter a tus hijos, antes de que una imperfecta justicia venga a ponérselo. Reprende y castiga a tus hijos, antes de que la muerte imponga su castigo final. Invierte en la educación de tus hijos, y nunca aceptes un no como respuesta ante tu obligación de educarlos. O luego tendrás que invertir en mantenerlo vivo en la cárcel o en la calle. Evita vivir en el miedo, evita que viva del miedo y muera en el terror...

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